miércoles, 26 de septiembre de 2012

El cerebro de los niños



El cerebro de una guagua es el órgano menos formado a la hora de nacer, esto ya que la estrechez del canal del parto limita el volumen cerebral. La parte central de éste (que controla funciones vitales y los reflejos que tienen los recién nacidos) está más desarrollada que la región exterior (que nos permite tener funciones y pensamientos más complejos), por lo tanto es este sector del cerebro el que tiene mucho camino por delante.

María Paz Guzmán, pediatra y Jefa del área de salud en Fundación América Solidaria dice que, “los bebés nacen con la dotación de células cerebrales virtualmente completa. Pero las conexiones que se necesitan para permitir el aprendizaje ocurren después del nacimiento, a una increíble velocidad en los primeros años de vida”.

Durante los primeros cinco meses de gestación se desarrollan la mayoría de las neuronas, pero para poder realizar funciones más avanzadas como hablar, razonar, entre otras, se necesitan las conexiones neuronales y su rapidez en la comunicación entre ellas. Esto se da en los primeros años de vida. Por esta razón es muy importante que se repitan con frecuencia las experiencias, como por ejemplo hablarles constantemente a las guaguas, leerles, ponerles música, etc.

En los seis primeros años de vida el cerebro tiene mayor plasticidad, esto quiere decir que las conexiones neuronales se realizan con mayor facilidad y eficacia. Además podemos observar que el cerebro es frágil a las influencias del entorno. Es por esto que es muy importante estimular los sentidos y el movimiento de los niños para que se desarrolle con facilidad su cerebro. María Paz cuenta que “a los dos años el cerebro del niño tiene el doble de conexiones sinápticas que un adulto. A la edad de diez años, este crecimiento temprano vertiginoso está  prácticamente completo, muriendo las sinapsis no estimuladas. Un ambiente estimulante y alegre es esencial para un crecimiento cerebral rápido. Leer, cantar, hablar y jugar con el niño, y tienen el mayor impacto”.

El desarrollo del cerebro también depende de la genética, la nutrición y los estímulos que reciben los niños. Investigadores del Colegio Médico de Baylor en Houston, Texas descubrieron que los niños que no juegan mucho o que los tocan poco desarrollan un cerebro 20% a 30% más pequeño que los normales.

La importancia de las salas cunas y jardines infantiles en esta etapa

Como bien se explicaba antes, los primeros años de vida de los niños son fundamentales para su desarrollo intelectual. Es aquí donde comienza a formarse la inteligencia, la personalidad y los comportamientos sociales. Es por esto que las salas cunas y jardines infantiles posibilitan a los niños un mejor aprendizaje con mayores oportunidades en su vida. Además éstos influyen en el rendimiento y permanencia en el sistema escolar futuro, esto ya que los primeros años de los niños son muy importantes para generar conductas y establecer códigos de relación. Gracias a los jardines infantiles y las salas cunas los niños adquirirán herramientas necesarias para desarrollarse en sociedad.

Algunos beneficios de la educación preescolar son:
  • Promueven el bienestar integral del niño
  • Entrega oportunidades de estimulación
  • Introduce a los padres dentro del proceso escolar
  • Facilita la transición de los niños a la educación básica